Cuando se habla de desinfección, lo primero que viene a la mente es la palabra lavandina. Es cierto, la lavandina es una sustancia maravillosa, blanquea, desinfecta y desengrasa. Pero ¿qué es exactamente la desinfección? ¿Puede reemplazarse por otras sustancias? ¿En qué situaciones se debe desinfectar? ¿Qué tiene que ver la sanitización con la desinfección y que papel juega la limpieza en todo esto?
Para responder con precisión, es necesario tener claros estos dos conceptos, desde el punto de vista de los organismos oficiales tanto locales y como mundiales. Sanitizante: es una sustancia o mezcla de sustancias capaz de reducir el numero de bacterias en un 99,9% en las superficies. Desinfectante: es una sustancia o mezcla de sustancias que mata el 99,999% de los gérmenes en la superficie. Esta diferencia parece insignificante pero es lo que la EPA a nivel USA (Environmental Protection Agency ) y el ANMAT en Argentina (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) quienes definen cual es el criterio para denominar a los productos de limpieza e higiene. En síntesis, la desinfección mata mayor proporción de microorganismos mientras que la sanitización lo hace en menor medida.¿Hoy se necesita desinfectar? No siempre es necesario lograr desinfección, muchas veces la sanitización es suficiente o incluso una buena limpieza sirve para eliminar las bacterias y los virus. Todo depende del ámbito y el contexto donde se requiera la desinfección: no es lo mismo en una casa, en una institución, en un hospital o en la situación actual de epidemias. Una superficie que será utilizada luego en contacto con alimentos debe ser sanitizada, mientras que en situaciones de enfermedad o cuando se requiere eliminar casi el total de bacterias y virus es mejor desinfectarla. Además, y esto es muy importante, una sustancia puede ser sanitizante a una dosis determinada y a mayor dosis ejercer el poder de desinfección. La limpieza es un proceso en el cual la suciedad es removida al pasar un trapo con algún agente limpiador, en este proceso algunos microorganismos también pueden ser eliminados. Esto mismo es lo que ocurre cuando nos lavamos las manos al entrar a casa. Además las sustancias detergentes y el jabón sirven también para ayudar a remover aquellas bacterias o virus que tienen una membrana más lipídica (capa grasosa).
Esto es solo un resumen muy básico que puede ayudar a resolver las dudas con respecto a la desinfección.
Alcohol en gel: el alcohol mata los microorganismos y la consistencia del gel hace que el producto se quede en las manos por más tiempo.
Agua y jabón: elimina las bacterias y virus arrastrándolos y disolviéndolos durante el proceso de lavado.
Solución alcohol/agua (máxima eficacia entre 60-80%. de alcohol etílico): es una mezcla sanitizante que ayuda a matar parte de las bacterias y virus.
Limpiador desinfectante: remueve y mata bacterias y virus de las superficies.
Entonces, la lavandina es un poderoso desinfectante, blanqueador y desengrasante que puede utilizarse para sanitizar, limpiar o desinfectar, según las dosis recomendadas. También existen cloruros de benzalconio que son limpiadores y desinfectantes, alcoholes y mezclas con agua y sustancias naturales como el limón, vinagre, peróxido de hidrógeno (agua oxigenada), bicarbonato de sodio. Todos ellos son opciones y cada uno debe elegir a la hora de desinfectar.
Incluso aún se utilizan aldehídos que son bastante tóxicos como formaldehído, glutaraldehidos, etc..
Hasta la próxima !
Bibliografía Center for desease, control and prevention, EPA- Green Cleaning, Sanitizing, and Disinfecting, ANMAT- Resoluciones y reglamento para productos domisanitarios.
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